EL TOCINO, DEMONIO EXORCIZADO POR BOQUITA DE CURA. LA CARBONARA Y UNAS CORTEZAS.
La carbonara como la mayoría de platos italianos y por ende de la cocia mediterránea, suelen elaborarse con alimentos sencillos y de origen humilde ya que nuestros ancestros, solo disponían de lo que daba la tierra o el mar según donde hubieran nacido y dependían de sí mismos y de su entorno. Así que había que agudizar el ingenio para hacer de comer cada día algo diferente usando siempre los mismos ingredientes o los que tocaba según la temporada. Su legado está hoy en nosotros. Un puñado de aceitunas en aliño o un plato de mojama nos recuerdan que detrás de ellas hay miles de años de cultura gastronómica.
Así mismo, la carbonara no podía ser de otra manera. Solo 2 ingredientes son necesarios para dar vida a esta salsa, estandarte de la cocina de nuestros vecinos. Tocino y huevos, si si, nada de nata, cebolla, queso fundido, ni leches… ¡TOCINO Y HUEVOS!.
Se frie el tocino a fuego lento (si es papada mucho mejor, ya que su grasa es más cremosa). Una vez obtenida la grasa liquida se aparta de fuego y se baten unos huevos (uno por comensal) y se añaden al tocino. La clave de la carbonara es conseguir que se mezcle la grasa derretida con la del huevo. para ello debemos remover enérgicamente y jugar con la temperatura del fuego para que no se cuaje el huevo, cosa que sucede por encima de los 78°C,por tanto deberemos ir retirando la sarten del fuego a la vez que removemos hasta conseguir una crema densa y sin grumitos.
Pellejos de gorrino iberico fritos a fuego lento en aceite de girasol con ajo y orégano…¿Alguien da más, por tan poco?
Lo mismo nos ponen una válvula cardiaca de cerdo que nos tapona las arterias y nos sube el colesterol…
Pocos animales pueden generar tanto amor y odio a partes iguales…
Jamón – Triquinosis
Longanizas – Purinas
Salchichón – Ramadán
Cochifrito – Plagas de jabalíes
Mascota – Peligro medioambiental.