Hebras de Triticum al huevo con cucurbita pepo rallada. (En cristiano…pasta con calabacin)

Esta pasta por su absurda sencillez sorprende al más exigente de los paladares, ya que es imposible imaginar que con dos ingredientes, a priori, tan vulgares como el calabacín, que es más triste que una tortilla de pan «rallao», o el surimi, que tiene menos importancia que un extra en Ben-Hur, se pueda conseguir un resultado semejante.

En lugar de enumerar los ingredientes, voy a ir explicando el proceso de elaboración para que sepais cronológicamente en que orden se añaden los alimentos.

Primero se ralla el calabacín por el lado grueso del rallador, tratando de conseguir que salgan «gusanitos» de calabacin lo más largos posible. Con el mismo rallador pero del lado fino, se rallan 2 o 3 ajos y se saltea todo a fuego fuerte en una sarten sin sal.

Al mismo tiempo, se pone agua a hervir, y no para echar a los invitados del último gin tonic… como haría Justo, sino para hervir la pasta.

Yo he usado spätzle, una pasta alsaciana al huevo que podemos encontrar en el Lidl. Esta pasta tiene una consistencia bastante carnosa y un tamaño parecido al que conseguimos rallando el calabacín al vies (a 45°).

Mientras salteamos el cabalacin, con la ayuda de las manos, desmenuzamos los palitos de cangrejo haciendo tirillas lo más finas posibles.

Añadimos ahora en la sarten, un vasito de Manzanilla de mi querido Sanlucar de Barrameda y nos servimos un «gorrión».

No guardeis la Manzanilla que nos va a hacer falta para rellenar el vaso por lo menos un par de veces, digo yo…

En cuanto se consuma la Manzanilla de la sarten -espero que a estas alturas ya hayais dado buena cuenta de la botella- añadimos una picada de ajo y perejil, el surimi en hilitos, un poco de pimienta recién molida y sal al gusto y la apartamos del fuego.

Colamos la pasta y la servimos en un recipiente grande con el resto de los ingredientes por encima…

Un amalgama de sabores y texturas os esperan humeantes…

P.D.: El secreto es dejar el calabacin poco hecho y la pasta al dente para que las texturas se confundan. Ya me contareis..