Boquita de Cura no pretende ofender a la figura del sacerdote ni mofarse en modo alguno de la iglesia. Más bien se trata de todo lo contrario…
Es un recuerdo nostálgico de la España rural de nuestros abuelos, donde el sacerdote del pueblo era bien conocido y respetado por los aldeanos.
Un personaje querido que se preocupaba por visitar a los enfermos, y velar por los más desfavorecidos. Por eso, siempre era bienvenido a sentarse a la mesa de una familia que le ofrecían con agrado lo mejor de cada casa. De ahí el dicho “bocato di cardinale”, “comer como un cura” o “tener boquita de cura”.
Al párroco del lugar se le servían los guisos más elaborados, los mejores embutidos y viandas, las frutas y verduras más frescas y los vinos de las fiestas de guardar.
Así, sin saberlo se convertiría en crítico gastronómico, mucho antes de que lo hiciera la guía Michelin, adquiriendo una nariz de avezado sumiller y el paladar de un verdadero gourmet.
Ese sabor de antaño, tan auténtico, envuelto de sencillez y hecho con las manos de los que los han cultivado o engordado, presentados en la mesa sin artificios y hechos con la paciencia que da una cocina de leña y una sartén de hierro forjado, es de lo que quiero rodearme en esta página web y espero que podamos disfrutarlo juntos.
Agradezco el cariño de mi esposa Almudena y el abrigo de mis amigos en tantas reuniones con un tenedor por batuta. A mi madre
y a mi abuela Mariana, embajadora del plato lleno y de su mayor preocupación en el mundo “que no falte comía”.
A mis 3 hijas, mis mayores críticas gastronómicas y mi hermana que aporta ese toque especiado y exótico de otras tierras -influenciada por su marido- y a su cariño incondicional, a mi padre que desde la humildad y su discreción me ha enseñado el valor de la tierra y me ha transmitido la sabiduría de sus ancestros pastores y marchantes.
No me olvido de mis cuñados perfectos pinches que siempre tienen mi copa llena.
A mi tía Anita a la señora Carmen baluartes de una cocina traída del pasado a nuestros días
En agradecimiento a todos ellos y por los que he dejado en el tintero dejo este legado y brindo por ello. Muchas gracias.